Gestión
Aprende a crear un programa de formación para los nuevos empleados del restaurante que reduzca la rotación de personal y les ayude a crecer en sus carreras.
Laura París
27 Noviembre de 2022
Tras la pandemia, los restaurantes tuvieron que realizar cambios específicos en todas las áreas operativas de su organización. No solamente tuvieron que renovar los locales, sino también la forma en que cada empleado desempeña un papel importante en determinados requisitos.
Seguidamente, te mostramos una serie de elementos que deberías considerar para formar a un nuevo empleado para tu restaurante.
Para los empresarios, celebrar una orientación suele ser el primer paso para dar la bienvenida a los nuevos empleados a su restaurante. Durante este periodo, los trabajadores o formadores experimentados presentarán los conocimientos clave sobre la empresa, tus prácticas y otra información relevante sobre el rendimiento básico de tu personal.
Normalmente, cada orientación cubre una serie de temas que se consideran esenciales para empezar. Las primeras áreas a tratar en la orientación suelen ser los recursos humanos, las nóminas y otra información administrativa cotidiana que haya que completar.
Este proceso también incluye una explicación de las mejores prácticas, la filosofía del restaurante y su servicio al cliente. Por lo general, se realiza una breve visita al local, que da lugar a una presentación de los principales miembros del personal, y luego una visión general del menú junto con un resumen del proceso de planificación semanal.
Tras el proceso de orientación, se lleva a cabo una formación para enseñar los fundamentos de cada puesto. Durante el proceso, los formadores enseñarán e instruirán físicamente a los nuevos empleados sobre los elementos clave de sus actividades diarias.
Para que tus empleados tengan éxito, la construcción de una base educativa sólida ayudará a los nuevos trabajadores a alcanzar todo su potencial. Aprovecha la oportunidad para exponer y destacar la singularidad de cada puesto y cómo beneficia al restaurante en su conjunto.
Dependiendo del puesto, a los nuevos empleados se les enseña la importancia de las distintas tareas: la preparación de los alimentos y cómo el chef y sus cocineros cuidan el menú, cómo los camareros llevan a cabo sus procesos diarios… Además, un aspecto que no está tan glorificado es el de enseñar a los nuevos empleados a poner las mesas y lavar los platos.
Por último, un elemento común y muy importante en todos los restaurantes es enseñar a los trabajadores a recibir, saludar y atender a los clientes.
Una de las formas más eficaces de formar a cualquier empleado para un nuevo puesto es abordar el nuevo trabajo observando y ayudando a otros empleados. No hay mejor manera de aprender una nueva actividad que observando a un empleado capaz de realizar una determinada tarea.
Esto deja espacio para una visión avanzada y, además, tu personal experimentado no solo podrá formar a tu nuevo personal, sino que los nuevos empleados podrán reconocer prácticas frecuentes e incluso prácticas utilizadas que nunca se les han enseñado.
El primer paso en este proceso es emparejar a los nuevos empleados con empleados experimentados asignados al mismo puesto. El objetivo es que cada aprendiz observe y ayude al formador en su trabajo, durante un periodo que puede ir desde unos días hasta una semana.
Antes de decidir quién se empareja con quién, explica a tu personal experimentado que debe efectuar su jornada de trabajo como lo hace habitualmente. Diles que se comuniquen con los nuevos miembros del personal y que respondan a todas sus preguntas.
Puedes utilizar a tus empleados actuales como recursos para conocer las actividades y tendencias comunes dentro de la empresa. Los veteranos son los que han experimentado grandes cambios en la empresa, por lo que normalmente, son los que entienden lo que es más importante para los nuevos miembros del personal.
Aprovecha su experiencia y habla con ellos sobre formas diferentes e innovadoras de formar a los nuevos empleados. Pregúntales qué problemas o actividades habituales surgen en el día a día, especialmente en el programa de formación.
Tómate en serio las sugerencias, ya que son las que pueden ayudar a crear un programa de formación que haga que los nuevos se acostumbren a su puesto a un ritmo más rápido. En general, utiliza los recursos que te proporciona su experiencia para realizar acciones innovadoras.
La formación cruzada con otros empleados proporciona una valiosa información sobre el funcionamiento de un determinado restaurante. Antes de que los nuevos camareros empiecen a trabajar para integrarse en el equipo, puede ser muy útil que trabajen estrechamente con otros puestos clave del restaurante.
Puedes decidir tú mismo un número determinado de sesiones de entrenamiento o confiar en el criterio del entrenador sobre cuántas son necesarias. Durante estas sesiones, el nuevo camarero es esencialmente un asistente y el formador debe cubrir los siguientes temas
Ofrece una formación general a los nuevos empleados del restaurante haciéndoles participar, aunque sea parcialmente, en cada puesto. Invítalos a trabajar en cocina, en barra y con los camareros. Luego, invítalos a colaborar con el maitre para saludar y sentar a los clientes.
Esto les ayudará a ser más flexibles en sus tareas y les dará una mejor comprensión de lo que se necesita para dirigir un restaurante con éxito. Cuanto más experimentado sea cada empleado, mejor funcionará tu restaurante en su conjunto.
En todos los restaurantes hay precauciones de seguridad específicas que deben seguirse legalmente.
Es importante repasar todos los procedimientos y normas de seguridad con los nuevos empleados durante el proceso de formación para asegurarse de que los entienden. Entre ellos deben figurar: cómo manipular los alimentos, cómo almacenarlos y cómo limpiar las zonas de preparación. Los restaurantes también utilizan diversas máquinas que deben saber manejar.
Conocer y saber cómo evitar errores en estas áreas es esencial para la seguridad. Comprender la disposición del restaurante también puede ayudar a los nuevos empleados a moverse con seguridad por el restaurante.
Después de que un nuevo empleado se haya incorporado oficialmente a la plantilla, la formación no debe detenerse. Para reforzar las mejores prácticas, organiza sesiones de formación periódicas para seguir desarrollando nuevas habilidades. Esto no únicamente ayudará a tu nuevo personal a recordar todo lo que ha aprendido anteriormente, sino que también servirá para actualizar a tu personal experimentado con nuevas técnicas.
Estas actualizaciones de la formación no únicamente generarán positividad y entusiasmo entre los nuevos miembros del personal, sino que les mostrarán que te preocupas por su crecimiento. En caso de que haya un cambio de menú, por ejemplo, debe realizarse una sesión de formación para difundir el conocimiento a todo el personal.
Estas formaciones también podrían ir acompañadas de una sesión de brainstorming, lo que permitiría generar nuevas ideas sobre cómo realizar determinadas tareas que quizá no se hayan realizado antes.
Si todavía no tienes un manual del camarero, es una buena idea crear uno. Este manual de formación será un recurso importante para los nuevos empleados que quieran aprender a ser un buen camarero y para la formación posterior del resto del personal. Proporciona a cada camarero un manual y guarda uno o dos ejemplares en el restaurante para que cualquiera pueda consultarlo si lo necesita. Un buen manual de formación de camareros debe incluir lo siguiente:
Una de las mejores partes de la formación de un camarero es probar los platos de la carta: os camareros no pueden responder a las preguntas ni hacer recomendaciones si nunca han probado la comida. Será un buen momento para probar todos los platos populares, revisar las preguntas más frecuentes sobre el menú y discutir la información sobre alérgenos. También es un momento de relajación porque el entrenamiento está casi terminado.
Incluso el menú más descriptivo requiere aclaraciones adicionales de vez en cuando, y el camarero debe estar lo más familiarizado posible con el menú. El camarero ideal debe ser capaz no únicamente de explicar detalladamente cada plato del menú, sino también de hacer sugerencias, conocer al dedillo los especiales del día y responder con precisión a las preguntas del cliente.
Conocer a los nuevos camareros cara a cara es la forma correcta de construir una cultura de trabajo que anime a los empleados a trabajar para ti a largo plazo.
Estos son algunos temas que puedes tratar:
Aparte de las actualizaciones de la formación, la celebración de reuniones constantes con los empleados puede ser una gran manera de reunir información sobre el progreso del trabajo.
Intenta centrarte en los puntos fuertes de tu personal y reforzar y potenciar sus rasgos positivos. Celebrar reuniones de grupo cada 2-3 meses será suficiente para mantener la atención de los empleados. También puedes utilizar estas reuniones como evaluaciones de los empleados.
Observa qué empleados muestran un descenso en su rendimiento e intenta comprender sus dificultades y cómo pueden mejorar. Por otro lado, tómate el tiempo necesario para conocer y recompensar a los empleados que destacan en su trabajo gracias a su esfuerzo.
Al establecer objetivos de formación, puedes crear un estándar que todos los camareros deben cumplir. Esto garantiza que el programa sea coherente y que todos los camareros reciban el mismo nivel de formación.
Las claves para construir un restaurante de éxito parten de la importancia de tener una plantilla que crea en el éxito del restaurante. Construir un lugar donde la gente se divierta suele generar más productividad y compromiso.
La formación es un aspecto esencial de cualquier trabajo: cuanto más eficaz sea la formación, más fácil será para los empleados acostumbrarse a su trabajo y hacerlo bien.
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